3. La palabra
La comunicación a través de la palabra es una seña de identidad de la especie humana. La palabra es mensajera del pensamiento, la palabra transporta una información desde el individuo emisor al individuo receptor.
Fig. 4
Y, para que la mente receptora pueda interpretar el contenido de la palabra (figura 4) es necesaria la acción de escuchar.
4. Escuchar
Escuchar no es oír. Para escuchar es necesario centrar la atención en la palabra que llega a los oídos. Cuando esto no sucede porque la mente está ocupado en otra cosa (la contemplación de un paisaje, la audición de un concierto...) la palabra se oye pero no se escucha. La palabra solamente oída pero no escuchada, se convierte en un simple sonido, con frecuencia, en un sonido perturbador, como la palabra inoportuna de un espectador durante la audición de un concierto.
5. La imagen
La imagen es un estímulo más poderoso que la palabra. La información llegada a través de la imagen es captada e interpretada por la mente más fácilmente. La imagen posee una mayor fuerza de sugestión, llega más profundamente a los sentimientos. Se dice que “una imagen vale más que mil palabras” y es evidente que el autor de tal aseveración se quedó corto.
La fuerza de atracción de una imagen está sujeta a unos principios básicos muy tenidos en cuenta en el campo de la publicidad. De estos principios conviene destacar en el presente análisis los siguientes:
a) El movimiento.- La imagen en movimiento llama más la atención que la fija.
b) La intermitencia.- Atrae más la atención si aparece y desaparece.
c) El tamaño.- A más tamaño, mayor poder de atracción.
d) El lugar que ocupa en la pantalla.- En los lugares preferentes de la pantalla (puntos fuertes) la imagen atrae más la atención.
e) El contenido emocional.
6. El receptor
El emisor de la información debe tener muy en cuenta las características de la persona receptora: nivel intelectual, edad, interés por el tema,….
Al ser tan variada la audiencia televisiva (sobre todo, con respecto al nivel intelectual y la edad) el centro emisor debe esmerarse en confeccionar la información para ser interpretada por la generalidad de las mentes receptoras de la mejor manera posible.