LA MUCHACHA HIPPIE
Por Ángel Boix Fos. Tocólogo
Se presentaron en mi consulta, una madre y su hija embarazada; de unos veinte años, bajita, demasiado pequeña, pero con un “bombo” enorme. Casi a término. A simple vista se podía asegurar que el parto por vía vaginal iba a ser imposible. Con la radio-pelvimetría, se evidenciaba una pelvis reducida y desproporción con la cabeza fetal. El parto era imposible físicamente y peligroso. Había que planificar una cesárea abdominal, con estudio pre anestésico y quirófano.
Cuál fue mi sorpresa, cuando madre e hija me comunican que ambas pertenecen a una comuna hippie y el niño también. No tenía padre definido, era de todos. El parto sería entre todos.
Vivían en una casa en la sierra. Con su movimiento anarquista. Contracultura; PAZ Y AMOR.
Me dijeron que no me preocupara. Ellos tenían sus métodos y sus medicamentos. Una bañera para parir y todo el tiempo del mundo.
Como tenía curiosidad y preocupación; pregunté a un hippie que vende baratijas en la plaza del Duque: lo sabía, lo sabían todas las comunas de España. Terminó con la muerte del feto, la muchacha demasiado bajita muerta también por hemorragia y la abuela con una sobredosis de “caballo” (heroína).
Dijo que no sufrieron, pero acabaron con todas las reservas de LSD, marihuana y hachís.
A mí me quedó un mal regusto, por no haber sido capaz de disuadirles.
Sobre todo por el niño, que era inocente. La justicia: bien, gracias….
Angel Boix