Psicodinámica del parto
José F. Fernández Godoy
En la biomecánica del parto la fuerza proviene de la contracción muscular. Y, la actividad muscular está sujeta al mundo de las emociones (ver los conceptos físicos).
Así pues, los factores psicológicos forman parte integrante de la biomecánica del parto.
1. Factores psíquicos en el parto
1.1. Factores psíquicos en la dilatación
La primera fase de la dilatación sucede en el domicilio y, la última en la clínica.
El útero, gran protagonista de la dilatación, tiene una doble y contrapuesta misión (figura 1):
a) La parte superior, de contraerse, para constituirse en la principal fuerza impulsora (flecha) del parto.
b) La parte inferior y cuello, de distenderse y de abrirse para dar paso al feto.
Fig. 1
Esta compleja misión, alimentada por la acción hormonal, está también sujeta a un marcado influjo psíquico.
La influencia psíquica sobre la actividad uterina está avalada, entre otros, por los siguientes argumentos:
- En los casos de situación de estrés en el parto se ha comprobado una desorganización de la actividad uterina y, consecuentemente, un enlentecimiento de la dilatación.
- Los factores psíquicos (y, entre ellos el dolor) originan un aumento del tono del cuello uterino y el consiguiente retraso en la dilatación. Ver más.
- Se ha comprobado (a través de la cardiotocografía) que la aplicación a la parturienta de técnicas de relajación favorece la función uterina.
- En los animales también se ha observado que un ambiente de tranquilidad favorece la evolución del parto.
Es, pues, incuestionable la influencia psíquica sobre el proceso de dilatación.
1.2. Factores psíquicos en la expulsión
La expulsión (salida del feto al exterior) se suele realizar en la clínica.
En la expulsión, la principal fuerza interviniente proviene de la prensa abdominal.
La cavidad abdominal (figura 2) desempeña en la expulsión el mismo papel que el útero en la dilatación: descenso de la parte superior (el diafragma) y distensión (disminución del tono) de la parte baja (suelo de la pelvis y periné).
Fig. 2
La fuerza de empuje (flecha) y la disminución de la fuerza de resistencia (bajada del tono de los músculos de la pelvis y el periné) son las responsables del descenso y el paso, entre el entramado muscular del suelo de la pelvis, del feto.
Estos elementos (diafragma y suelo de la pelvis), de naturaleza muscular, están sometidos a influjos psíquicos.
Así pues, los influjos psíquicos deben ser tenidos en cuenta en la técnica de la expulsión.
2. Influencia psíquica de la clínica